El néctar de los lobos

Espacio de placer sensorial. Cuentos, poesía, fotografía, periodismo... empalmes creativos. Los llaman góticos, de terror, románticos, de amor, de nostalgia, de abandono, de venganza... de la vida misma. Tinta electrónica que, aun sin ser palpable, es transmisible... Un vouyerismo literario.

Te dejo ir


Te dejo ir porque me pudres el capullo,
ese vientre de estambre del cual quiero renacer.
Por mirar con tus ojos, tejí a tientas sin tiempo al arrullo.
Y hoy quiero volar tan fuerte como para al viento adormecer.

Te dejo ir porque me secas la playa,
ese tazón de mar que hoy me quiero tomar.
Por probar con tus labios, su agua me sabía a lluvia pasada.
Pero hoy quiero beber tus buenos momentos y escupir tu sal.

Te dejo ir porque me descoses las hebras la piel,
ese sobretodo con el que me quiero vestir.
Por tocar con tus manos, olvidé que la savia puede envejecer.
Y hoy ya no. Hoy voy a permitir a mis sentidos convivir.

Y así establezco mis intenciones de volver a amanecer.
Cuando nací siendo día y me envejecí hasta ser anochecer.
Y aunque esta promesa pareciera llenarse y sentarme bien.
Mi poesía seguirá escribiéndose sobre tu papel de piel.

4 comentarios:

Tu alma se extiende en un solo mundo, con un solo nombre. Pero cuando en ese espacio no hay "naturaleza sabia", no queda más que partir y usarlo únicamente como un mapa.

 

muy buena la picka. exacta. ese reflejo a contraluz que extiende sus manos para tomar al sol, a esa ave fenix que arde en llamas.

ese "te dejo ir" te libera que no?
es una especie de saber(te/nos) infinito(s) al no poseer ni controlar este viaje que llamamos vida.

el mejor de los saludos.

 

lo que lastima .. lo que hace mal.. solo se decanta hacia el olvido, siempre.

arbazo

 

Dejar ir... cómo cuesta no? y una vez que se van y pasa el tiempo al cubrir sus vacíos, la vida nos regala algo... ¿qué puede ser?

Me encantó, amigo

 

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