El néctar de los lobos

Espacio de placer sensorial. Cuentos, poesía, fotografía, periodismo... empalmes creativos. Los llaman góticos, de terror, románticos, de amor, de nostalgia, de abandono, de venganza... de la vida misma. Tinta electrónica que, aun sin ser palpable, es transmisible... Un vouyerismo literario.

Mientras te espero


Mientras te espero me depuro los labios.

Para que cuando llegues, tengas besos certificados

No malgasto la saliva, más bien la reinvierto.

Es que quiero ser tu encuentro predestinado.


Mientras te espero me amoldo los brazos.

Para que al recibirte, ahí encuentres tu rebaño.

Y no es que me engañe cuando estoy en otros lados acurrucado.

Es sólo que busco quien me haga un nido con sus manos.


Mientras te espero me alisto las alas.

Para que al encontrarnos, lleguemos al cielo.

Y no es que antes no haya volado.

Es que a ratos hasta el aire se me esconde.


Mientras te espero le doy brillo a mis ojos.

Para que al verte, mi luz te guíe hacia mi rostro.

Y no es que cada que te invento me enamoro.

Es sólo que miro y miro y a ratos te confundo.


Mientras te espero me bombeo el corazón.

Para que cuando te acerques, mi pecho sea la clave de sol.

No despilfarro mis latidos. Bueno, sólo de vez en cuando.

Es que los regalo pensando que esta vez sí eres Tú.


Mientras te espero me deshago a pedazos.

Pero no para que cuando vengas recojas las mitades.

No es que la esperanza se me agache.

Es sólo que a ratos dudo que tu presencia existe.


Mientras te espero los segundos me carcomen.

Se acercan, me mordisquean, me arrancan algunos trozos.

Mientras te espero la sangre se me agota.

Es que ya no me alcanza de haber regalado tanta.


Y todo esto ocurre mientras te espero.

Mientras el mar me alcanza y el sol me derrite.

Pero si en el transcurso de mi espera el alma se me seca.

Me volveré piedra y te haré un verso que inice con “Mientras te espero…”.