El néctar de los lobos

Espacio de placer sensorial. Cuentos, poesía, fotografía, periodismo... empalmes creativos. Los llaman góticos, de terror, románticos, de amor, de nostalgia, de abandono, de venganza... de la vida misma. Tinta electrónica que, aun sin ser palpable, es transmisible... Un vouyerismo literario.

Noche de bautizos

Fui el que levantó las comisuras de tus labios.
Con los torrentes de mis palabras, rompí la orografía de tu boca.
Partí la tierra de aquellas fauces en dos montes rosados.
Y con el agua de ese río, la bauticé Sonrisa.

Fui el que redirigió la luz de tus ojos.
Con la gracia de mis maneras, conduje los faros de tus pupilas.
Posicioné a aquel par hasta que iluminó mi rostro. ¡Bendito sea!
Y con la plenitud de esa claridad, la bauticé Mirada.

Fui el que redimensionó los latidos de tu pecho.
Con las elipses de mi piel, logré estallarte los sentidos.
Fundí los campos minados de nuestros cuerpos.
Y con el júbilo de ese palpitar, la bauticé Corazón.

Y ahora, soy el que cada noche te espera a la orilla del recuerdo.
Con mi oscuridad, ensombrecí tu Sonrisa, Mirada y Corazón.
Dejé que las olas y la arena me enlodaran la pena.
Y con la sal de mis lágrimas, la bauticé Nostalgia.