El néctar de los lobos

Espacio de placer sensorial. Cuentos, poesía, fotografía, periodismo... empalmes creativos. Los llaman góticos, de terror, románticos, de amor, de nostalgia, de abandono, de venganza... de la vida misma. Tinta electrónica que, aun sin ser palpable, es transmisible... Un vouyerismo literario.

Y a mí que me faltan estrellas


Martirio voluntario mirar tus fotos.

Con esa tu sonrisa inamovible en piel de mate,
tan llena de aros lunares, digna de un infinito.

Y a mí que me faltan estrellas.


Sucio vicio contemplarte la cara.

Con esas retinas tan oscuras,
como meteoros que me rompen los argumentos.
Y yo que te miro con ojos áridos.


Estúpido empeño invertirte tiempo.

Colocar tu cuerpo al centro de mi estudio.

Esculpirte con papel y modelarte con tinta.

Y a mí que se me desbordan los versos que riman contigo.


Perversa fascinación repasar nuestra historia.

Insistir esas fotos y verte junto a alguien que no soy yo.

No es que te siga ofrendando los frutos de mis ramas.

Es sólo que te imagino y se me caen las hojas.


Pero es más siniestra tu actitud.

Mira qué cinismo el de tus gestos. Apariencia vil.

Que esa sonrisa que le regalas es la misma que sueles darme.

Así, sin pudor. Sin empacho… Sin mí.

3 comentarios:

Los amores malditos no dejan de sorprender. Comparto el dolor de permanecer con la incertidumbre, el dolor que cada vez se hace más agonizante conforme avanzan las líneas. Al final he agonizado.

 

Excelente poema.
Dolor, decepción, reproche...
Y la mágica e imposible intimidad de una conversción susurrada al oído ya inexistente.
Es posible, me digo, que este juego de imposibles sea una estrategia del amor para no sucumbir al fracaso.
Enhorabuena.
Un saludo.

 

aaaaahhhhhhh tu me quieres ver sufrir!!!!! Amigo, nadie pero nadie nadie siente estas palabras tan tuyas como yo. Te lo juro!!!!

 

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